Existe un temor por ser juzgados cuando pensamos en hablar de nuestras emociones en el trabajo. Miedo a que nos perciban como incapaces o débiles por exponer lo que sentimos.
Apostar por una mejora del bienestar psicoemocional del colaborador trae grandes beneficios para tu empresa, como mejoras en la productividad, disminución del ausentismo y la rotación. Acompañarlos desde un proceso de escucha en el que puedan confiar tiene un impacto significativo en sus vidas y en sus familias.